martes, 22 de diciembre de 2015

OctavoVerso

Quizas, porque y tal vez no. No deberia de seguir con los analgesicos de melancolia.
Escribir sobre fantasias y dejar los versos derrochadores de sentimientos.
Ahora, en estos cincos centrimentos por segundo caen flores de cerezo, se rompen las particulas del sonido y se tranforma la energia mecanica. La materia no pierde el tiempo, ni los astros, ni las estrellas.
Nisiquiera yo...
Hoy en este verso, necesito un doctor, un ilusionista de pacotilla que interactue con mi mente y consiga engañar mi corazon por una horas, las doces horas en la que se pone la luna a reinar el cielo.
Una constancia para la soledad, Una benda para calmar el recuerdo y que no se derramen los riachuelos que forman mi cuerpo. No estoy recuperada doctor, aun me desangro, todavia busco el anelo, no puedo dejar que te marches sin la sinceridad de su amor... ¿donde esta? ¿existio? ¿Porque ese espiritu fue capaz de engañarme? Su influencia no es mi agrado, ¿tan hambienta estaba yo de amor?

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